Sobre los estereotipos, el liderazgo, los miedos y cómo hacer comunidad y dar visibilidad.
Odilia Agustín es directora global de Innovación en Proyectos Colaborativos con Clientes en P&G, empresa en la que tiene una carrera de más de 10 años. Mujer ingeniera y en silla de ruedas a la que le gusta mucho el cine y la danza deportiva, pero también social, nos comparte lo que ha aprendido de sus líderes y su experiencia como una.
¿Para ti cómo ha sido ir en contra de los estereotipos sociales dentro y fuera del ámbito laboral?
Creo que desde pequeña, toda mi vida, he sido la que es diferente. Cuando empecé a trabajar y veía a mujeres líderes, no veía a una mujer con discapacidad líder, y eso me hacía cuestionarme lo que estaba pasando. Nunca me he visto reflejada en una mujer en un puesto de liderazgo y que además su discapacidad sea visible. Para mí siempre fue pelear conmigo misma internamente, porque no me veía reflejada, pero quería estar ahí.
Como persona con discapacidad, ¿a qué miedos te has enfrentado para alcanzar un puesto directivo y cómo los has enfrentado?
Creo que siempre he tenido el miedo de no poder llenar expectativas, que también son parte de los estereotipos. Por ejemplo, el estereotipo de ser una mujer que refleje fuerza, y también el pelear con el cómo reflejo que sí tengo las habilidades.
Además, como personas con discapacidad, siempre tendemos a agradecer mucho porque nos da miedo y creemos que nos están haciendo un favor, pero si estás pidiendo algo es porque tú también vas a dar algo, porque así como la organización te está ayudando, tú también le estás metiendo de tu trabajo.
¿Cuál ha sido el mayor reto durante tu carrera dentro de P&G?
Creo que mi reto ha sido yo misma atreverme a pedir cosas. Me ha pasado en mis promociones, donde yo misma era la que me minimizaba. Ahora, en el puesto en el que estoy justamente se trata de llegar a resolver problemas y que el equipo se sienta motivado, y que a pesar de todos los retos y a pesar de que tengamos fallas, aprendamos a que eso nos tiene que ayudar para mejorar y es una habilidad que replico de mi vida, o sea, cómo hago las cosas creativamente. A lo mejor no me va a funcionar hoy, pero mañana me tengo que volver a levantar con la misma silla de ruedas y tendré que hacerlo de una forma diferente.
Como activista, ¿cuál es la iniciativa de la que más orgullosa te has sentido de promover para la inclusión y la igualdad de personas con discapacidad?
Como activista hoy estoy participando en una asociación llamada Mexicanas con discapacidad, donde lo que buscamos es hacer comunidad. Somos un grupo de chicas que tenemos diferentes discapacidades, de diferentes edades, y lo que buscamos es identificarnos entre nosotras mismas, apoyarnos, generar sororidad.
Además de cómo nos empoderamos, tenemos un proyecto de cómo podemos ser mentoras unas de otras, porque yo sé más por la experiencia que por tener muchos conocimientos. Esta iniciativa me llena porque no quiero ser la única que se ve en este lugar; definitivamente, si bien soy de las pocas, hoy me gustaría que todo lo que yo he hecho realmente le sirva a otras chicas.
Con un puesto de trabajo de gran responsabilidad, ¿cómo logras equilibrarlo con los demás aspectos de tu vida, desde familia y amigos hasta tu bienestar emocional?
Creo que son dos cosas: priorizar y saber cuáles son esos momentos en los que agregas valor y también confiar en el equipo. La otra es cómo también empoderas a tu equipo para poder tomar ciertas decisiones. Eso me ha ayudado también a priorizar descansar. Esas son las cosas que como personas con discapacidad no comentamos, porque queremos vernos fuertes, pero obviamente, también hago rehabilitación, también necesito descansar, necesito más tiempo para hacer mis actividades personales. Entonces lo que a mí me gusta hacer es priorizar y empoderar a mi equipo para que ellos puedan trabajar.
¿Cuáles son los rasgos de los líderes que han impactado en ti y qué rasgos o prácticas procuras llevar a cabo tú en tu liderazgo?
Para mí, los líderes que me han llevado a sus equipos han sido valientes, han estado abiertos a aprender y además estuvieron abiertos a decir cómo te ayudamos, cómo aprendo yo como líder a ayudarte, porque si tú me ayudas con mis necesidades, yo voy a hacer todo lo que tenga que hacer para alcanzar las metas, los proyectos. Para mí, esas son las habilidades: líderes que sean empáticos, que estén abiertos a aprender y que tengan ese coraje para aprender de las diferencias de las personas que están trabajando.
¿Qué le aconsejarías a las mujeres con discapacidad que tienen miedo de lanzarse al mundo laboral?
Hay un ejercicio muy importante que hacer y es verte todos los días al espejo y agradecerte y decirte todas las cosas que haces bien y todas las cosas para las que uno es muy bueno. ¿Por qué? Porque saliendo de tu casa sí va a haber miles de personas que te van a decir el porqué no, por qué no puedes, por qué no lo vas a hacer incluso con discapacidad. Muchas personas se van a enfocar en lo que puedes mejorar, en lo que no haces bien, en lo que podrías hacer diferente y creo que ese ejercicio de ser muy conscientes que en verdad tenemos esas habilidades y valorarlas ayuda mucho.
Por último, hacernos visibles como mujeres y personas con discapacidad es muy impactante para toda la comunidad con discapacidad, porque al final nunca nos vemos o muy difícilmente lo hacemos. El abrir estos espacios también genera ese impacto en esta cultura que generamos allá afuera.
