Aprovéchalas en esta temporada de descuentos.
En la época de descuentos, rebajas y estrategias comerciales, muchas veces nos encontramos con términos como oferta y promoción, que pueden parecer sinónimos pero, en realidad, tienen significados y características distintas. Conocer la diferencia es clave para no dejarnos llevar por confusiones y saber exactamente lo que estamos adquiriendo. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) de México tiene muy claros estos conceptos y alerta sobre los fraudes a los que podrías enfrentarte.
De acuerdo con la Revista del Consumidor y el artículo 46 de la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC), una oferta también puede ser llamada “barata”, “descuento” o “remate”, y consiste en “el ofrecimiento al público de productos o servicios de la misma calidad a precios rebajados o inferiores a los normales del establecimiento”.
Por otro lado, una promoción es una práctica comercial que consiste en el ofrecimiento de
bienes o servicios, ya sea con el incentivo de proporcionar adicionalmente otro bien o servicio, en forma gratuita, pero a precio reducido o a un solo precio; con un contenido adicional en la presentación usual de un producto, en forma gratuita, o a precio reducido, o con el incentivo de participar en sorteos, concursos y otros eventos similares.
Además, una oferta debe cumplir con ciertas condiciones, como:
Por su parte, las características comunes de las promociones incluyen:
Profeco también ofrece algunas recomendaciones para que los consumidores aprovechen las ofertas y promociones de manera responsable:
Profeco señala que los consumidores tienen derecho a obtener productos o servicios conforme a lo anunciado. Si un establecimiento no cumple con lo prometido en una oferta o promoción, puedes presentar una queja.
Aunque los términos oferta y promoción son usados con frecuencia de manera intercambiable, en realidad tienen diferencias sustanciales en cuanto a sus características y objetivos. Las ofertas se centran en un descuento directo y temporal de precios, mientras que las promociones involucran beneficios adicionales o incentivos para los consumidores, sin necesidad de reducir el precio del producto.