Aprovéchalas en esta temporada de descuentos.
En la época de descuentos, rebajas y estrategias comerciales, muchas veces nos encontramos con términos como oferta y promoción, que pueden parecer sinónimos pero, en realidad, tienen significados y características distintas. Conocer la diferencia es clave para no dejarnos llevar por confusiones y saber exactamente lo que estamos adquiriendo. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) de México tiene muy claros estos conceptos y alerta sobre los fraudes a los que podrías enfrentarte.
De acuerdo con la Revista del Consumidor y el artículo 46 de la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC), una oferta también puede ser llamada “barata”, “descuento” o “remate”, y consiste en “el ofrecimiento al público de productos o servicios de la misma calidad a precios rebajados o inferiores a los normales del establecimiento”.
Por otro lado, una promoción es una práctica comercial que consiste en el ofrecimiento de
bienes o servicios, ya sea con el incentivo de proporcionar adicionalmente otro bien o servicio, en forma gratuita, pero a precio reducido o a un solo precio; con un contenido adicional en la presentación usual de un producto, en forma gratuita, o a precio reducido, o con el incentivo de participar en sorteos, concursos y otros eventos similares.
Además, una oferta debe cumplir con ciertas condiciones, como:
- Precio único y descuento claro: El precio debe ser más bajo que el regular, y el descuento debe ser visible y transparente. Las etiquetas o anuncios deben especificar claramente cuánto es el precio original y cuánto es el descuento aplicado.
- Cantidad limitada: Es común que las ofertas se realicen para productos específicos con stock limitado, lo cual es importante para que los consumidores no tengan expectativas erróneas.
- Tiempo limitado: Las ofertas tienen una duración definida, que puede variar desde un par de días hasta varias semanas, pero siempre está especificado de antemano.
Por su parte, las características comunes de las promociones incluyen:
- Regalos o incentivos: En lugar de un precio rebajado, la promoción ofrece algo extra, como obsequios, productos gratuitos, cupones de descuento para compras futuras o concursos.
- Condiciones para acceder: Las promociones pueden estar sujetas a requisitos específicos, como comprar cierta cantidad de productos, registrarse en línea o acumular puntos para obtener algún beneficio adicional.
- Duración variable: Al igual que las ofertas, las promociones también tienen una duración limitada, pero pueden ser mucho más flexibles en cuanto a su naturaleza. Pueden durar un mes o solo unos pocos días, dependiendo de la estrategia comercial.
- No siempre involucra precios bajos: En las promociones, el foco no es siempre el precio, sino los beneficios adicionales que se ofrecen al consumidor.
Profeco también ofrece algunas recomendaciones para que los consumidores aprovechen las ofertas y promociones de manera responsable:
- Leer siempre los términos y condiciones
- Antes de realizar una compra, verifica los detalles de la oferta o promoción. Asegúrate de entender las condiciones y el tiempo de duración.
- Comparar precios
- No te dejes llevar solo por los descuentos. Comparar precios en diferentes tiendas y en diferentes momentos del año puede ayudarte a identificar si realmente estás obteniendo un buen trato.
- Conocer tus derechos
Profeco señala que los consumidores tienen derecho a obtener productos o servicios conforme a lo anunciado. Si un establecimiento no cumple con lo prometido en una oferta o promoción, puedes presentar una queja.
Aunque los términos oferta y promoción son usados con frecuencia de manera intercambiable, en realidad tienen diferencias sustanciales en cuanto a sus características y objetivos. Las ofertas se centran en un descuento directo y temporal de precios, mientras que las promociones involucran beneficios adicionales o incentivos para los consumidores, sin necesidad de reducir el precio del producto.
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