Eliminar el refresco fue uno de los pasos clave.
Khloé Kardashian antes dar a luz a su hija True en 2018 era otra persona. La menor del clan reveló que pesaba más de 90 kilos después de tener a su primera hija y que dejar de tomar refrescos fue clave para empezar a perder peso.
Sin duda, este pequeño paso fue lo que necesitaba para comenzar a perder peso. Claro que eso no fue lo único que hizo, sino que también eliminó otros alimentos poco saludables de su dieta gradualmente.
Después de cuatro años, en julio de 2022, Kardashian y Tristan Thompson tuvieron su segundo hijo, un niño llamado Tatum, a través de un vientre de alquiler. Kardashian notó que su experiencia anterior la ayudó a perder el peso del embarazo más rápidamente esta vez, y se sintió orgullosa de su logro.
La Kardashian confesó que se ha sentido “con sobrepeso gran parte de [su] vida”, y que hacer dieta y perder peso han sido un desafío para ella. “Estaba triste, así que necesitaba el helado de nuevo. Era un círculo vicioso”, dijo y explicó que ha luchado con ser una “comelona emocional”.
“Me tomó años. Siempre he sido un poco rellenita, como atlética. Siempre he practicado deportes, nunca estuve en forma. Mi problema es más la comida porque tengo la determinación, así que tuve que reentrenar mi mente en lo que podía comer [y] lo que no podía comer”, contó.
Finalmente, la madre de dos hijos comenzó a ir al gimnasio, a hacer cardio y levantamiento de pesas, y fue por último esto lo que marcó una gran diferencia. “Si me estoy preparando para una sesión de fotos, haré pilates y mis entrenamientos”, compartió, confesando más tarde que finalmente puede permitirse disfrutar de la comida que le gusta sin sentirse culpable.
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