El enigma del cerebro femenino: las profundas alteraciones que ocurren durante el embarazo

El cerebro de una mujer cambia profundamente con el embarazo, pero no fue hasta hace 8 años que un estudio lo reveló. Susana Carmona, la científica que lo lideró, asegura que sabemos más del universo que sobre el cuerpo de la mujer.

Durante el periodo de embarazo, hay muchos cambios significativos en todo el cuerpo de la mujer. Por ejemplo, el sistema cardiovascular y renal se transforman y hasta el tamaño de los pies cambia.

También presentamos alteraciones en la coloración de la piel. Todos estos cambios son la forma en la que todos los órganos se adaptan para facilitar el proceso de gestación.

En algunos casos, entendemos claramente la función específica que motiva dichas adaptaciones, mientras que en otros, esta razón puede no ser tan evidente.

Esta es la particularidad de los cambios en el cerebro, pues aún no sabemos por qué o para qué suceden.

Lo que Carmona y su equipo descubrieron fue que la cantidad de materia gris disminuye en mujeres embarazadas en los meses anteriores y posteriores al parto, entre otros hallazgos.

Sin embargo, los motivos y propósitos detrás de estos cambios aún son desconocidos y requieren una investigación más exhaustiva.

Lo que sí han visto es que entre más cambia el cerebro de una mujer, mejor es el vínculo con el bebé.

Aunque aún están investigando si el profundo cambio que ocurre con el cerebro de las mujeres cumple la función de preparar a una mujer para el cuidado, lo que sí puede afirmar ahora es que no es una relación directa.

«No es el cerebro que cambia para cuidar, […]. Es la forma en la que ha cambiado la que ha hecho que cuides, y el hecho de que cuides ha hecho que la especie sobreviva tal y como es», contó en entrevista para El País.

La científica cuenta que los cambios son potentes, marcados y consistentes, incluso mucho más que en patologías mentales.

Aunque aún no saben cuánto duran estos cambios en el cerebro de las mujeres, sí saben, por otros estudios, que pueden ser cambios de por vida.

La relevancia de este tipo de estudios no sólo pone luz al sesgo enorme que aún hay cuando de estudios sobre las mujeres se trata, sino que también da un poco de claridad a padecimientos posparto, en especial, a los mentales o incluso cómo esto puede afectar a la menopausia.

Increíble que sea el año 2024 y los conocimientos de la humanidad sobre el universo sean más que los que hay sobre el cerebro de las mujeres, ¿no?