Un neceser parece un contenedor poco funcional, pero cuando se trata del de una it-girl, ese estuche se convierte en una cápsula de estilo.
A simple vista, un neceser puede parecer apenas un contenedor funcional. Sin embargo, cuando se trata del de una it-girl, ese pequeño estuche se convierte en una cápsula de estilo, una herramienta estratégica y, sobre todo, un espacio lleno de sorpresas. Nada en él está dejado al azar, y cada producto cumple un rol tan preciso como una pieza en un rompecabezas perfectamente diseñado.
Aunque muchas de las figuras del street style suelen mostrarse impecables ante las cámaras y en redes, su verdadera magia comienza mucho antes de salir de casa… y continúa en ese misterioso y glamuroso neceser que nunca abandonan. Lo fascinante es que los productos que guardan no siempre son los que uno esperaría.
El corrector multiusos: mucho más que cobertura
No puede faltar un buen corrector. Pero no cualquiera: debe ser multiusos, de esos que pueden funcionar como iluminador, prebase o incluso sombra de emergencia. Las it-girls apuestan por fórmulas con buena cobertura, pero con acabados naturales, nada pesados. Les interesa mantener el look fresco, sobre todo porque sus días suelen ser largos y fotografiados desde todos los ángulos.
Lo aplican bajo los ojos, en los párpados, alrededor de la nariz, en el mentón… pero también en los pómulos para realzar, en la frente para matificar o incluso para definir contornos. En muchas ocasiones, utilizan sus dedos para difuminar: calor corporal más textura cremosa igual a perfección inmediata.

El labial comodín (que no siempre es rojo)
Contrario a lo que muchos podrían imaginar, el rojo intenso no es el color más frecuente en sus neceseres. Las it-girls prefieren tonos que puedan adaptarse a cualquier situación: desde una reunión improvisada hasta un cóctel en la terraza. Los labiales en tono nude, los rosas amaderados o los tintes labiales modulables son favoritos.
Además, muchas optan por labiales que también puedan usarse como rubor en crema. De esa forma, con un solo producto se pueden retocar dos zonas claves del rostro. Lo importante: que el envase sea compacto, con espejo incorporado o de aplicación rápida. Una marca que suele aparecer en estos kits es Sheglam, por su estética atractiva, tonos bien seleccionados y fórmulas veganas de bajo costo.
Spray facial: hidratación instantánea y brillo saludable
Lejos de cargar con tónicos o cremas pesadas, las it-girls confían en los sprays faciales. ¿La razón? Son prácticos, refrescantes y multifunción. Algunos actúan como selladores de maquillaje, otros aportan un brillo natural sin sensación grasosa. Incluso los hay que contienen ingredientes calmantes para pieles reactivas por cambios de clima o estrés.
El ritual es simple: un par de vaporizaciones sobre el rostro cada ciertas horas, sobre todo después de usar transporte público, estar mucho tiempo frente a pantallas o antes de entrar a algún evento. Esta costumbre, además de aportar hidratación, se ha vuelto un gesto elegante y relajante.

Mini fragancias: la firma invisible
La fragancia es uno de los secretos mejor guardados. Pero cargar un frasco entero es impensable. Por eso, en sus neceseres siempre hay espacio para las mini versiones, ya sean rollers, frascos con difusor o incluso toallitas perfumadas. Algunas it-girls incluso transfieren su perfume favorito a pequeños atomizadores recargables de aluminio, ideales para bolso y resistentes a los golpes.
El objetivo es sencillo: estar siempre perfumada, pero con sutileza. Notas como el jazmín, la rosa turca, el vetiver o el almizcle blanco suelen ser las más elegidas. Esas que dejan una estela suave y sofisticada, y que pueden combinar en cualquier ocasión sin resultar invasivas.
Un peine mini… y mucho más que un peine
En los neceseres más sofisticados, nunca falta un pequeño peine o cepillo plegable. Puede parecer básico, pero en realidad cumple múltiples funciones. Desde domar baby hairs rebeldes hasta retocar el peinado antes de una foto.
Algunas it-girls incluso lo combinan con un mini frasco de laca en spray o con toallitas anti-frizz. Y no es raro encontrar entre sus herramientas pequeños clips dorados, ligas transparentes o pinzas estilo mariposa para improvisar recogidos rápidos. A veces, la clave de un buen look es saber manejar el cabello con creatividad, no con sofisticación.
Toallitas y papelitos que salvan el día
No importa cuán perfecto sea el maquillaje, después de varias horas cualquier piel puede volverse un poco grasa o perder frescura. Por eso, un verdadero clásico de los neceseres de las it-girls son los papelitos matificantes. Se deslizan suavemente por la zona T y absorben el exceso de sebo sin arrastrar el maquillaje.
También se llevan toallitas desmaquillantes individuales, que permiten hacer un borrón y cuenta nueva si es necesario. Algunas incluso optan por toallitas específicas: para manos, para manchas en la ropa o incluso para limpiar la pantalla del móvil. La elegancia también está en los detalles, y un bolso limpio dice más que mil palabras.
Un objeto inesperado que se convierte en herramienta sorpresa
Aquí viene la parte más interesante: los elementos que sorprenden. Muchas it-girls llevan objetos aparentemente inútiles, que resultan ser herramientas creativas de emergencia. Un clip metálico, por ejemplo, puede usarse para ajustar un cierre rebelde, simular un broche o improvisar una solución de estilo.
La cucharita de café (sí, una de metal pequeña) puede servir como encrespador de pestañas en situaciones límite o como espátula para cremas. Y ni hablar del encendedor tipo vintage, que no solo prende velas o incienso, sino que puede ayudar a sellar extremos de cordones o lazos. Todo vale, siempre que esté pensado con ingenio.
El snack estratégico: belleza desde dentro
Las it-girls lo saben: la belleza también se alimenta. Y aunque muchas no lleven barras de cereal gigantes ni jugos verdes, sí suelen incluir snacks estratégicos en su neceser. Almendras en bolsitas de tela, caramelos de jengibre, galletitas sin azúcar o incluso cápsulas masticables de colágeno.
La idea es mantener el nivel de energía y evitar los bajones de azúcar que arruinan la piel y el ánimo. Muchas también suman sobres de electrolitos o polvos vitamínicos que pueden disolverse en agua. Discretos, prácticos y altamente efectivos.
La libreta pequeña y el bolígrafo más bonito
Sí, en plena era digital, muchas it-girls aún llevan una mini libreta en su neceser. Puede parecer nostálgico, pero en realidad es una herramienta creativa: para anotar ideas, frases inspiradoras, contactos inesperados o hasta referencias de productos. El bolígrafo, por supuesto, no es cualquiera: desde uno dorado metálico hasta uno con formas de estrella o pluma.
Este pequeño detalle también habla de estilo. Un elemento tan personal como práctico, que denota atención por lo artesanal en medio de un mundo dominado por pantallas táctiles.
El espejo con luz incorporada
Por último, un infaltable: el espejo compacto con luz LED. No solo permite retocar el maquillaje en cualquier ambiente —desde el interior de un taxi hasta un baño oscuro en un bar—, sino que también ayuda a revisar detalles con mayor precisión. Muchas de estas versiones tienen aumento, sensores táctiles o incluso puertos de carga USB.
No es solo vanidad: es estrategia. Un buen espejo puede marcar la diferencia entre un delineado impecable o un desastre. Por eso, este pequeño accesorio se ha convertido en uno de los favoritos dentro del neceser de quienes viven del estilo… o lo construyen a cada paso.