Ser mujer no es sencillo. La belleza y los rituales que seguimos pueden no ser los más naturales ni los más fáciles. Todas tenemos días malos y […]
Ser mujer no es sencillo. La belleza y los rituales que seguimos pueden no ser los más naturales ni los más fáciles. Todas tenemos días malos y cometemos errores al momento de aplicar los productos de belleza.
A continuación te mostramos los errores más clásicos, los que casi todas hemos sufrido y que nos gustaría desaparecer de nuestra vida. Porque sí, ser mujer es más difícil de lo que pensábamos y maquillarte puede ser toda una pesadilla.
1. Cuando tu base de maquillaje es de otro tono que tu piel
Peor aún si trataste de igualar la base que tenías y compraste un tono más oscuro o más claro que el anterior.
2. Cuando te acabas de pintar las uñas y quieres ir al baño
Típico que tu esmalte aún no se termina de secar y eres víctima de una vejiga nerviosa y haber tomado mucha agua. Evita este problema con un tip de secado de uñas inmediato.
3. El delineador líquido que se funde en tus párpados
Los días que más prisa tienes son los días que menos tiempo pasas esperando a que tu delineador líquido seque. Te encanta el efecto pero odias que se corra y quedes como un pequeño mapache.
4. Cuando tus pestañas se pegan por tanto rímel
Cuidado con el exceso de rímel en tus pestañas, pues pueden pegarse y tener tantos grumos que te imposibilitan parpadear.
5. Cuando tu labial se queda en tus dientes no en tus labios
No es nada agradable que tu labial rojo pasión que crees que te queda muy sexy se quede entre tus dientes y no en tus labios como debería de ser. Cuida la forma en la que te los pintas para evitar sufrir este accidente.
6. Cuando tu maquillaje resulta ser más resistente que el removedor
Llevas a tu casa cansada, lo único que quieres es irte a la cama y resulta que tu removedor de maquillaje quita menos de lo que quieres, le pones más al algodoncito y te entra una combinación de maquillaje, delineador, rímel y removedor y arde peor que si te hubieras puesto ácido en los ojos.
7. Das un beso y dejas la mitad de tu labial en la superficie
Incluso tus niños, tu marido y todos los que te rodean se alejan de tí y evitan que les des un beso por temor a que dejes tu horrible marca de labial, grasosa y que al parecer pocos detergentes pueden eliminar.
8. Cuando tus cejas son como un azotador
Típico que cargas a todos lados con tus pinzas de depilar y mágicamente desaparecen de tu bolsa o de tu cosmetiquera y has tenido tantas cosas encima que no has tenido tiempo para depilarte y ahora tienes unos pequeños arbustos creciendo sobre tus ojos que no puedes aplacar.
9. Cuando quedas llena de brillantina por tu crema
¿Cremas con brillitos? ¿Gloss con brillitos? Deja eso para los 90’s. Actualiza tu estuche de maquillaje y deja ir la tendencia de los brillos. Pueden ser más perjudiciales de lo que crees, sobre todo si eres una mujer adulta, madura y profesionista.
10. Cuando tu delineador de labios no es del mismo tono que tu labial
Corres el riesgo de verte como una auténtica caricatura por no tener el mismo tono de delineador de labios y lipstick que tu jurabas por la santísima vida de tu madre, tu gato y tu mejor amiga que eran iguales, hechos uno para el otro.
11. Cuando te maquillas en el carro y te excedes
¿Recuerdas la segunda parte de Bridget Jones, cuando ella exagera de blush? Algo parecido. Sucede también cuando te maquillas de noche y bajo una luz fría, te puedes pasar de la raya con tu maquillaje.
12. Cuandoquedas como un payasito de feria
Evita el look de payasito de feria y opta por tonos más naturales. A todas en ocasiones se nos va la mano con las sombras de ojos y con el tono de labial, pero siempre se puede corregir.
13. Cuando traes todo excepto lo que necesitas
Necesitas un maquillaje impecable o quieres esa brocha que te fascina, ese delineador que te encanta… y resulta que no lo traes. Tu bolsa puede ser Narnia pero no contiene ese cosmético que necesitas.
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