Una ruptura amorosa nunca es fácil. Y nunca nadie ha logrado salir ileso. Al menos es lo que yo creía antes, que a mí eso «no me […]
Una ruptura amorosa nunca es fácil. Y nunca nadie ha logrado salir ileso. Al menos es lo que yo creía antes, que a mí eso «no me iba a pasar»… Hasta que me enamoré de él.
Definitivamente las relaciones largas pueden ser muy padres pero al terminar, se convierten en uno de los momentos más difíciles para nosotros. No dejas de llorar y todo te recuerda a esa persona. Definitivamente no fue para nada fácil pero claro que puedes superarlo. Te dejo los puntos que a mí me funcionaron para desenamorarme.
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Fui realista
Dejé de idealizarlo y de creer que era la mejor persona que jamás se había cruzado por mi camino. Tampoco debes de creer que es lo peor y que cómo fue posible que te hiciera eso a ti. Lo mejor para desenamorarme fue ser realista con lo que fue y nunca más volvería a ser. (Nada de añorar el futuro que nunca llegó)
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Dejé de hablar con él.
Básico. Es imposible superar a alguien con el que sigues teniendo contacto después de los años. ¿Te preguntas por qué no lo superas después de 3 años? Si sigues hablando con esa persona muy seguido, ahí tienes tu respuesta. Es difícil, pero no imposible. Sé que siempre querrás saber cómo está, si cumplió sus sueños, si su mamá está bien, pero yo decidí cortar completamente comunicación, aunque él siguiera buscando a mi familia.
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Acepté lo que pasó sin arrepentirme
Una de las cosas que nos mantienen en las cobijas llorando es el hecho de creer que las cosas pudieron ser distintas si hubieras hecho esto o aquello… y simplemente sólo tienes que recordar que el hubiera no existe. Acepta lo que pasó, aprecia los buenos momentos y elige seguir adelante.
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Escribí… y mucho
Para mi escribir era una forma de descargar mi alma de todos esos sentimientos encontrados. Todo el enojo y la tristeza que sentía fue transformada en palabras (que nunca volví a leer). Todos esos sentimientos te van desgastando, acaban con tu energía y obvio con tu buena vibra diaria.
Y si intentas sólo no pensar en él, realmente no funcionará. Te lo aseguro. Mejor acepta tus sentimientos y sácalos. Habla o escribe.
- No me presioné y disfrute mi tiempo sola
Es bastante difícil después de salir de una relación larga, encontrarte con la monotonía y la soledad. Habrá muchos momentos en que te preguntarás por qué estás sola y si hay algo mal y en muchos otros en que considerarás hasta volver a buscarlo.
Sin embargo, yo me di dos años y medio sin una relación, disfrute de mi vida, mi universidad y mi soltería al máximo. Salí con mis amigas y disfruté de mi vida sin presionar las cosas con alguien nuevo. (La verdad siempre terminaba comparándolos con él) Es una de las mejores formas con las que logré desenamorarme.
- Busqué distraerme
Así como debes de disfrutar tu soltería, no debes encerrarte en casa. Sal al cine con amigas, ve a comer sola, viaja con tu familia. Hay tantas cosas que puedes hacer: vivir. No llores por algo que fue, aprende a seguir adelante y mientras lo encuentres más difícil, pide ayuda a tus amigos. Distráete lo más que puedas.
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Perdoné
Un año y medio después de haber terminado, salí a comer con mi mejor amigo y ahí fue que me hizo la pregunta del millón: «Todavía no lo perdonas, ¿verdad?» Y pum, me solté a llorar. ¿Por? ¿Qué es lo que todavía tenía en mi corazón? ¿Por qué ese rencor? Realmente no lo sé, pero entendí por que no seguía adelante.
Y no me refiero que corras a buscarlo. Simplemente en mi interior supe que no había nada qué cambiar, que cada quien tenía sus razones y que tenía que perdonar y dejar ir.
Finalmente tanto tiempo después entendí que un amor así siempre será importante pero puedes dejar de sufrir. No es olvidar porque eso es imposible, sino hacerlo parte del pasado, apreciar lo que pasó y continuar tu vida.
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