El acto de meterte a la ducha, implica limpiar tu cuerpo para sentirte fresca y con energías todo el día. Parte de ti ama ducharse, y parte […]
El acto de meterte a la ducha, implica limpiar tu cuerpo para sentirte fresca y con energías todo el día. Parte de ti ama ducharse, y parte de ti a veces tiene mucha flojera de hacerlo, pero lo que es verdad, es que las rutinas que tenemos dentro de la regadera, siguen y seguirán siendo iguales por más que compremos productos nuevos, pero aunque no lo creas, aquí te dejo 7 errores que puedes estar cometiendo dentro de esa rutina, y cambiarlos cambiarán también tu vida.
1. Siempre lavar: shampoo primero, acondicionador después.
Esta es la regla de oro de las duchas, si prefieres que tu cabello desafíe la gravedad generando un volúmen extra, es hora de cambiar el orden un poco. Alterna el modo de empleo de tu shampoo, sobre todo si tienes el cabello chino, ya que te dará un acondicionamiento e hidratación profunda. Un tip: Aplica acondicionador en tu cabello incluso antes de poner un pie dentro de la regadera. Checa todos los beneficios aquí.
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2. No aprovechar el baño para un manicure perfecto.
Muchas de nosotras no tenemos el don de pintar todo de manera perfecta, y mucho menos nuestras uñas, por eso siempre estamos buscando trucos que nos puedan ser útiles. Este es uno de ellos, y uno muy bueno. Pinta tus uñas y deja de gastar en acetona para corregir todos los errore. Espera a que sequen completamente y cuando te metas a la regadera, báñate como lo haces normalmente aplicando exfoliante de cuerpo, tus manos mal pintadas, lucirán perfectamente bien pintadas.
3. Rasurarte muy pronto.
Uno de los errores que más cometemos, es meternos a la regadera y a segundo comenzar a rasurarnos. Por más prisa que tengas o tu novio se enoje por que se te hizo tarde, jamás te rasures sin que tus poros se hayan abierto. Tu piel también necesita un poco de preparación para no irritarte, y que tus vellos tarden menos en crecer nuevamente. Lo mejor que puedes hacer, es esperar hasta después de bañarte para que comiences a rasurarte. El vapor del agua ayudará a suavizar tu piel y a que el vello salga más fácilmente y sin irritaciones. Tip: utiliza acondicionador para rasurar.
4. Utilizar una sola esponja.
Y no te hablo de tener 50 en tu regadera, hablo de que tal vez utilizas la misma esponja durante 6 meses seguidos. Voy a ser directa contigo: las esponjas no son nada higiénicas. Lo siento si tienes un lazo emocional con tu esponja, pero tarde o temprano se tiene que romper. Básicamente, toda la piel muerta y bacterias que quitas de tu cuerpo, queda atrapada en tu esponja, y cada vez que la usas, lo que estás haciendo en embarrando las bacterias nuevamente por todo tu cuerpo. Es el ciclo de la vida, así que te recomiendo que las dejes ir tarde o temprano.
5. Calentar mucho el agua.
Claro, en invierno no hay nada mejor que un baño de agua hirviendo, pero también hay demasiados beneficios si te bañas con agua fría. Algunos de ellos son circulación, dolores musculares, sistema inmunológico y depresión. Si no estas dispuesta a renuncias a tus baños de agua caliente, entonces te recomiendo que agregues 5 minutos de agua fría o tibia al finalizar tu baño, notarás tu piel y tu cabello mucho más suaves (esto sin contar todos los beneficios que aporta). Checa todos los beneficios aquí.
6. No quitar tu maquillaje antes de bañarte.
Si te metes a la regadera con tu cara llena de maquillaje, pasarán cosas TERRIBLES. Está bien, no tan terribles, pero situaciones nada ideales. Muchos limpiadores faciales no están hechos para quitar el maquillaje, así que aún después de lavar tu rostro, puedes ir a dormir con maquillaje encima y hay una probabilidad muy alta de que tu piel se lastime y se tapen tus poros. Ahórrate de severos problemas de piel y mejor invierte en un buen desmaquillante.
7. Utilizar mucho jabón de baño.
Si lavas tu cuerpo con jabón durante mucho tiempo, entonces probablemente estás utilizando más jabón del que realmente necesitas. Al utilizar más jabon de lo normal, estás extrayendo más aceites naturales de tu piel. Así que básicamente entre más jabón uses, más seca estará tu piel. Utiliza un jabón en barra que contenga ingredientes hidratantes como aloe o aceite de coco para que hidrate tu piel mientras la mantiene limpia.
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