No encontrar el amor va más allá de la suerte y de conocer a la persona indicada. A veces, se debe a estos errores que cometes sin […]
No encontrar el amor va más allá de la suerte y de conocer a la persona indicada. A veces, se debe a estos errores que cometes sin darte cuenta.
Hay muchos libros y consejos en internet que nos dicen cómo encontrar el amor. Por qué no te has casado aún de Tracy McMillan da en el clavo, señalando algunos errores que cometemos sin darnos cuenta. Te señalamos dos de ellos y uno más en una nota futura…
1. Eres una bruja
Tracy McMillan, experta en relaciones de pareja y columnista del Huffington Post, asegura que muchas mujeres tratamos mal a nuestros pretendientes sin siquiera notarlo y obviamente esto los aleja de nosotras. Pero tratarlos mal no significa necesariamente gritarles o insultarlos, sino comportarnos como en el bajo mundo de las relaciones se conoce como “bruja”.
Una “bruja” es una mujer que expresa su ira interna de formas sutiles pero irrespetuosas. Por ejemplo: Hace caras o es sarcástica ante los comentarios que le parecen tontos (que para ella son casi todos los que escucha) o actúa de forma engreída, como si ningún hombre la mereciera. O como decimos en México, “se cree la última Coca-Cola del desierto”.
La verdad es que: Ser una bruja es una máscara para el miedo de ser lastimada
¿Cómo me vuelvo más agradable?
Siendo más dulce. Con esto no quiero decir que empalaguemos y seamos cursis y abracemos a todo aquél que se nos ponga en frente, simplemente que nos mostremos más cálidas y abiertas a las relaciones. Ser dulces es ser positivas en nuestros comentarios, hacer a un lado el sarcasmo con el hombre que nos interesa, no burlarnos de él… ya sabes, cosas simples.
Descubriendo el motivo de nuestro enojo. Ser incapaces de mostrarnos amables con la gente significa que no hemos sabido perdonar algo o a alguien en nuestro pasado. Tenemos rencor en el corazón y eso nos convierte en brujas. Pregúntate si esto aplica en tu caso y si te cuesta ser linda y agradable porque estás atada a una mala experiencia previa o le guardas rencor a un ex novio, amigo o hasta a tus padres.
2. Eres muy intensa
El drama es algo que repele a los hombres, es bastante lógico, ¿verdad? Por ejemplo, las peleas exageradas y frecuentes no son una señal de que estamos en una relación apasionada, es más probable que signifique que estamos algo locas…
Ser una loca es no tener la capacidad de controlar nuestras emociones y reaccionar de formas desproporcionadas ante situaciones que no lo ameritan, por ejemplo: mandar veinte mensajes al hombre con el que salimos porque no nos contestó el primero o hacer “escenas” en la calle o por teléfono y ponernos a llorar sin razón cuando discutimos con nuestros novios.
La verdad es que: Comportarse como loca es un signo de dependencia.
¿Cómo bajarle a la intensidad?
Teniendo un pasatiempo que ames. Tal vez te parezca que esto no tiene nada que ver con una relación amorosa, pero te equivocas. La intensidad viene de la dependencia, reaccionamos con locura porque sentimos que si no tenemos un hombre al lado, nuestra vida se acabará; pero eso no es verdad. Tener algo que hacer, que nos guste tanto o más que tener una pareja, ayuda a darnos cuenta de que la vida puede brindarnos distintas satisfacciones además del amor, y eso ayudará a tranquilizarnos en los momentos en los que estemos a punto de enloquecer.
Rehuyendo la impulsividad. Casi ninguna llamada, mensaje o acción generados al calor del momento, corresponden verdaderamente a algo que deseamos hacer y creemos que está bien hecho. Cuando estés a punto de reaccionar dramáticamente (en tus relaciones amorosas y en tu vida personal), aplica la máxima de contar hasta diez. ¿Quieres mandarle un email a las dos de la mañana reprochándole que no puedes dormir porque no te llamó? ¡Pues cuenta hasta diez, o mejor hasta cincuenta!
Convenciéndonos de que todo estará bien. Si nuestro próximo novio nos pone el cuerno, si el hombre con el que salimos el viernes no nos vuelve a llamar, si nos enamoramos de alguien y él nos aclara que no siente lo mismo; no hay de otra, debemos estar seguras de que aún así estaremos bien. En lugar de pensar que pasará lo peor y de actuar con base en el miedo, piensa que tu futuro amoroso será perfecto y así vivirás y reaccionarás más tranquilamente.
Con información de: Revista Fernanda, escrito por Guadalupe Flores
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